Lógica aplastante

No.

No voy a hablar de lo evidente que supone que si el nombramiento de Soraya Saénz de Santamaría como portavoz del PP en el Congreso, o el probable-posible de Gallardón como secretario general del partido, suscitan tanto apoyo en los medios de comunicación de izquierdas es un error. Digo yo que si Mariano Rajoy quería hacer una revolución en el partido podía haber empezado por él mismo.

La actualidad manda y tendré que dejar este tema para otra semana.

Decía que había una lógica aplastante. Juzgad y sacad vuestras propias conclusiones.

El sábado, en lugar de un menú habitual, mi cena consiste en carpaccio de ternera kobe con no se cuantas cosas más de primero, y steak tartar de segundo. Acompañado, antés, durante y después de Moët Chandon, lágrimas de aceite de oliva, sorbete de rosas, Pedro Ximénez, y alguna otra cosa que me dejo. Lo que se dice una buena cena, en muy buena compañía y en un sitio recomendable , aunque para mi gusto con una carta de vinos por debajo de lo que se espera en un restaurante de esta categoría.

A lo que iba. Llega el día siguiente, y consigo un buen resultado en el primer torneo que juego en la Base, este año. Y es que, en un torneo que no tenía en mi calendario, y que jugué de casualidad, conseguí 40 puntos stableford, reducir mi hándicap en casi dos puntos y acabar segundo. Podeís consultar la crónica en el Periódico de Aragón. Como la felicidad nunca es completa, es el primer torneo en el que veo que no hay premio para el segundo clasificado, salvo el consabido trofeo que ya luce en mi estantería.
Hay quién dirá que el resultado de ayer no es fruto de una alimentación especial sino del ejercicio del día previo picando mi jardín y realizando otras labores preparatorios para la instalación del césped artificial. Pero no hagaís caso a estos comentarios que son ganas de joder.

Lo único que no tengo claro es si el buen resultado está más relacionado con la ingesta de Kobe, con la de carne cruda o con una razonable e inteligente mezcla de ambas.

Habrá que insistir para llegar a una conclusión definitiva.