El fin del sistema

Ahora todos los rojillos se frotan las manos.
No se les puede pedir, por su condición de ateos (al menos formalmente), que recuerden lo que dice la Biblia de ver la paja en el ojo ajeno y no el camello en el culo de la aguja (o es el Corán?. Joder que lio). Pero vaya, que a estas alturas –bajuras, de siglo XXI no recuerdan el papelón de la URSS, ni la caida del muro de Berlín.
Andan regocijados dicendo: “Veis, ya decía yo que el capitalismo era malísimo. Nos iba a traer la ruina, y aquí está”.
Los líderes de nuestro mundo buscan la manera de reparar el garito, refundar el capitalismo y tirar millas. Yo, pobre de mí, liberal convencido, y capitalista de infantería (de los que va a pie, vaya) creo que tengo la solución.
La solución no es meter en la cárcel a los CEO´s, Directores Generales y demás directivos de hándicaps bajísimos (aunque el otro día leía que hace unos años el sueldo de un director general de una empresa multinacional era 13 veces mayor que el del peor pagado de sus empleados y ahora es de …!365 veces¡).
La solución es dejar fuera de este sistema nuestro, occidental, imperfecto y pecaminoso a todos los arribistas, que se han acercado al capitalismo, al liberalismo económico , o llamadlo como queraís, sin renunciar a lo suyo. Y cuando hablo de esto, hablo de los saudíes con sus petrodólares, sus yates, sus ciudades en el desierto, sí, pero también sus regimenes medievales de príncipes y emires, sus mujeres encerradas en casa, y sus ataques al infiel. O habló de los chinos. Millones ellos. Con sus juegos olímpicos, y sus tiendas de todo a 100, y su milagro económico, pero también su falta de libertad, de mercado, de asociación o de expresión . O de los rusos, millonarios del gas, dueños del Chelsea, y alojados todavía en la época de Catalina La Grande.
Y más cerca , de los rojillos. De los que votan a la izquierda, llevan pisamierdas de serraje y montan en bici. De los que van a las manifestaciones apoyando a Cuba, a Palestina o a cualquier dictadura que se tercíe. O los que se reúnen en sus festivales de cine para apoyar al cine iraní, pero no pueden denunciar a los hijoputas de ETA, como ha denunciado Rosa Díez. Pero que cobran todos los meses pedazo nómina de su empresa, llevan a sus niños a colegios concertados, y no celebran la Navidad o la Semana Santa, sino el equinoccio de no-se-qué. Y encima tienen sus palmeros mediáticos, obscenamente antidemocráticos (como MªAntonio Iglesias)
A todos estos es a los que hay que echar fuera.
Fundemos otra vez nuestros bancos de inversión, nuestras bolsas, nuestros mercados de valores y dejemos sólo entrar a los que quieren vivir mejor dentro del sistema, no a los que quieren vivir mejor fuera del sistema…aprovechándose de este.
Y los que no quieran, pues a Cuba, Irán o el Tíbet que seguro que allí sin Bush, sin Sarkozy, sin El Mundo o la COPE, sin CocaColas, ni coches, se vive de puta madre.

P.D.: Juan, chaval, ¡en que momento has venido!.